Y hablando de cine...
El
movimiento, composición básica de la fascinación cinematográfica, no es más que
una ilusión mental de nuestro cerebro, que nos permite ver secuencias de imágenes
estáticas, que a una alta velocidad, son procesadas por el mismo de una manera
eficaz, haciéndonos creer que de verdad hay movimiento.
Pero,
cabe aclarar que el acontecimiento cinematográfico tiene su origen en el
desarrollo de múltiples inventos e investigaciones a lo largo de la historia.
En
la parte técnica, inventos como el kinetoscopio de Edinson y el cinematógrafo
de los hermanos Lumiére, abrieron al mundo las puertas de una nueva ciencia, de
un nuevo entretenimiento y posteriormente, de un nuevo arte.
Sin
embargo, lo que le concedió el carácter artístico y expresivo al cine, fue el
desarrollo del plano, entendiéndose éste, según el escritor francés Emmanuel
Siety, como: los acontecimientos, tanto visuales como sonoros, que tienen lugar
entre dos cortes.
El
plano siempre ha estado presente, incluso en los inicios de la proyección de
imágenes en movimiento, como planos-secuencia largos, que a pesar de tener un
carácter científico, abrieron paso a la experimentación, que posteriormente,
haría el ilusionista y cineasta francés, George Méliés.
Gracias
a la imaginación de este hombre, hubo una evolución y gran consideración del
importante papel que cumple el montaje en las producciones audiovisuales, así
como la implementación de colores en los negativos, el recurso narrativo de los
filmes y los efectos especiales, como se puede ver en su famosa película El
viaje a la Luna (Le Voyage dans la Lune, 1902).
Más adelante, se
incorporó la sincronización del sonido con la imagen, lo que hasta el momento
había sido realizado por orquestas en vivo y dispositivos separados, fue
sustituido por voces y bandas sonoras en ‘tiempo real’. Se considera por muchos
‘El cantor del Jazz’, estrenada el 4 de Febrero de 1927, como la primera
película sonora, producida por la Warner Brothers, en Estados Unidos.
Estos avances
significaron grandes aportes que, juntos y ayudados de disciplinas como la
fotografía, permitieron el asentamiento de las bases cinematográficas,
extendiendo la teoría hasta consolidar fundamentaciones como: los distintos
tipos de planos, encuadres, movimientos de la cámara, sonorización y montaje,
etc., haciendo del séptimo arte una práctica fascinante, tanto en su
planeación, producción y post producción, así como en la visualización del producto
completamente terminado, integrando la cultura y la vida misma, sirviendo así
de reflejo, de critica, entretenimiento y emociones para las comunidades de
todo el mundo.
Considero
al cine como un arte sumamente complejo. Al tener tanta incidencia en la
sociedad, ha cambiado la mirada cultural y social de muchas personas. Abre
infinidad de universos dotados de imaginación y puestas en escenas
deslumbrantes, así como efectos y demás detalles técnicos que descrestan a
cualquiera. Si bien, no todas las producciones son de alta calidad (aunque
entre gustos, no hay disgustos) se puede decir que el ámbito cinematográfico,
abre posibilidades para experimentar con los procesos dinámicos de una
sociedad, hasta el punto de cambiarlos o reinventarlos, en algunos casos.
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