Azcárate y los nuevos medios
Comparto una reflexión realizada con fines académicos, aunque no es sobre un tema actual, me gusto mucho el resultado y espero que si, por casualidad la leen, les guste de igual manera.
Alejandra Azcárate con su
columna ‘7 ventajas de la gordura’, publicada en la Revista Aló Mujeres, no
solo escribió un simple texto sobre los ‘defectos’ de las gordas, sino que
desencadenó una serie de diversas opiniones, en su mayoría negativas, que
incidieron considerablemente en su imagen pública, siendo criticada fuertemente
por famosos y personas del común de nuestra sociedad.
Es interesante analizar las
dinámicas culturales y sociales que se gestan alrededor de un suceso en nuestro
entorno colombiano, y cómo un escrito tan poco trascendental llegó a formar uno
de los más recientes escándalos nacionales, desembocando incluso, en la toma de
medidas de prevención por parte de la comediante, debido a múltiples amenazas
recibidas, provenientes del descontento de algunos habitantes.
Si bien, el contenido del
texto es grosero, siendo éste más bien una burla mal lograda que raya en lo
indignante y lo superficial, es un perfecto ejemplo de la importancia y la
repercusión de la opinión pública en las comunidades.
Gracias al avance de la
tecnología, las personas que se sintieron aludidas con el tema pudieron
participar en el asunto, incluso, se podría decir que presionaron a los
medios tradicionales, creando así un mayor cubrimiento del suceso. Blogs,
trinos, columnas y likes se volvieron herramientas fundamentales para transmitir
la información y crear un ‘contra ataque’, generando aún más presión sobre la
comediante, quien reaccionó a los mismos, mediante entrevistas y nuevas
columnas donde se excusaba por el error cometido.
La enseñanza es clara,
cuando se tiene un estatus social, se debe tener en cuenta que cualquier acción
puede repercutir en la sociedad, debido a la influencia de la persona en la
misma, por lo cual, aunque no debería ser así, se debe establecer unos
parámetros de cuidado con respecto a la imagen pública, procurando generar
contenidos, producciones, etc., socialmente responsables, pues en un mundo tan
conectado como el actual, nada escapa a la red, a la viralidad de los mensajes
y a la retroalimentación no solo de un país, sino del mundo entero, como se vio
en éste caso cuando una bloguera argentina respondió a la columna de la
Azcárate con un provocador ‘post’.
Hoy en día nadie traga
entero y nadie deja de expresar su inconformidad. Son tantos los mecanismos de
expresión, que éstos conllevan al cambio de las prácticas sociales
históricamente establecidas.
Actualmente, se invierten
los papeles, la opinión pública debe ser siempre una aliada para lograr el
éxito y el equilibrio social, o sino sucederá lo que le paso a Alejandra y nos
veremos obligados a renunciar al programa de comediantes del fin de semana, a
contratar guardaespaldas y a tal vez, pensarla tres veces, antes de volver de nuestras
vacaciones parisienas, porque penderemos del hilo de la aceptación o el
derrumbe, manejado por una sociedad que ha abierto sus ojos paulatinamente a la
critica y a la inconformidad social, valiéndose de diversos medios con un alto
nivel de eficacia, al alcance de un simple clic.
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